Irene vive una existencia apacible en Tenerife. Siendo consciente de que arribó a la isla en circunstancias trágicas, no termina de hilvanar los fragmentos difusos e inconexos que conforman el tapiz de su memoria.
Su tenacidad al querer averiguar las preguntas que al respecto se le plantean, propicia que por fin sepa que cumplió en parte, el sueño de una persona que influyó de manera determinante en el cambio de rumbo que dio su vida.
Desde hace siglos, las guerras, el hambre, la persecución, han hecho que las gentes se aventuren a cambiar de horizontes, conscientes de que muchas veces la fatalidad trunca aquello con lo que han soñado.
Decía Gardel en su tango "Volver" que veinte años no es nada...y 30?? Pues esos son los años que la tinerfeña editorial Baile del Sol lleva ofreciéndonos un catálogo que contiene una de las mejores selecciones de poesía y literatura.
Esta es la tercera novela que publica Ana García-Ramos del Castillo, todas con la misma editorial, y la segunda que reseñamos en nuestro blog, tras
"La vida en silencio", y sí, repetimos, y lo hacemos porque sus novelas nos encantan.
Las novelas de García-Ramos siempre están ambientadas en las Islas Canarias y siempre nos descubren episodios históricos poco conocidos (o al menos para los peninsulares). No necesita demasiadas florituras, en 14 capítulos y tan solo 125 páginas, García-Ramos es capaz de plasmar toda una ambientación magistral y una novela apasionante.
En esta ocasión nos habla de la historia del Flachat, un vapor francés construido en los astilleros de Liverpool en 1880, que en 1898 partió del puerto de Marsella, con destino a La Guaira ( Venezuela), Colombia y Costa Rica, haciendo escala en Barcelona, Málaga y Santa Cruz de Tenerife, pero que naufragó cuando navegaba frente a la costa de Taganana, en las inmediaciones de los Bajos Verdes de Anaga (Tenerife) por culpa de la nula visibilidad producida por el polvo sahariano de la calima.
|
Barco de Vapor "Flachat" |
Todo este episodio histórico se encuentra entre las páginas de la novela muy bien documentado, con los nombres reales de las personas y la historia fidedigna de lo que pasó, a la que García-Ramos añade una parte de ficción.
Por un lado la joven Lusine, originaria de la parte armenia de Turquía, vive en el barrio Marsellés de Le Panier trabajando en un humilde hostal, donde conoce a una huésped, Anush Akopian, de 62 años, que huye perseguida por el sultán Abdul Hamid II a consecuencia de pertenecer también a la parte armenia del Imperio Otomano. Empatizando con la misma situación de origen de procedencia, Akopian decide ofrecer su tutela a Lusine y embarcarse con ella en busca de un lugar mejor.
Tratarán de llegar a La Guaira, en Venezuela, donde dos hermanas de Anush, Liza y Mariane, les esperan para darles cobijo, por eso se embarcarán en el vapor Flachat. En su escala en Málaga conocerán a Álvaro y Damián, dos jóvenes andaluces que se juegan su futuro en la cría de caballos de raza española en Venezuela, tras el desastre que ha producido la filoxera en las cepas andaluzas.
El genocidio armenio por parte del Imperio Otomano, está muy presente en la novela, así como las condiciones de las diferentes clases sociales.
En otro hilo de la novela, y unos años más tarde, nos encontramos con Irene y Rafael, un matrimonio que rondan la cuarentena y que regentan una mercería heredada al morir la madre de Rafael en Duggi, un popular barrio de Santa Cruz de Tenerife.
La historia de Irene, es complicada, tiene pocos recuerdos de su procedencia, pues despertó ingresada en el Hospital de Santa Cruz de Tenerife con amnesia postraumática.
Conoceremos también a Antonio, torrero del faro de Taganana, al que no hay siroco ni calima que impida subir a su faro a dar la luz diariamente, a pesar de la gravosa orografía del territorio.
|
Costa de Taganana (Tenerife) |
Y las historias irán convergiendo en una maravillosa estampa.
Ana García-Ramos rememora el último viaje del vapor Flachat a orillas de Tenerife con una conmovedora y nuevamente apasionante historia.