Dos años, diez meses y diecinueve días. Es el tiempo que tardó Isaac Ebelle, protagonista y coautor de ‘Una luz en el desierto’, en llegar a Bilbao, España. Al lugar donde creía poder cumplir sus sueños realidad. Partió desde Duala, Camerún, cruzó a Nigeria, país vecino, se adentró en Níger, también conocido como las puertas del infierno hacia el desierto, andó, esquivando la tenebrosidad de la noche y la normalidad de los cadáveres, cubiertos por la arena, que adelantaban la mortalidad de su camino: “El desierto cruel estaba haciendo su selección”, relata a lo largo de su libro. 

En Nigeria se enamoró de la exquisitez del yam, en Argelia conoció a más cameruneses que en su país natal, y en Marruecos descubrió que el racismo persistía dentro del propio continente. Tú, afric. Tú, chico moreno. Tú que atraviesas a pie, a nado, en cayuco y hacinado en el maletero de un camión, 4.500 kilómetros para chocarte de frente con la cruda realidad. Tú que cruzas para que de un plumazo todos tus sueños, deseos y perspectivas de futuro, salten por los aires.

‘Una luz en el desierto’ de Isaac Ebelle y Pascual Perea es casi como un manual de instrucciones para aquellos abanderados de la xenofobia. Una historia, que lejos de ser un texto impositivo o transgresor, consigue removerte las tripas y ahondar en la reflexión sobre las diferencias de clase, raza y religión. Un relato irónico, duro y a su vez repleto de sensibilidad. Nunca el Estrecho había estado tan separado. 

La novela autobiográfica editada por Baile del Sol en colaboración con Casa África, es un libro para todos y sobre todos. Si has viajado en dos horas en avión a Marruecos o en seis a Camerun. Si has visto el desierto del Sahara desde la ventanilla del avión. Si has escuchado o leído en medios de comunicación sobre las oleadas migratorias. Si sabes lo que son las concertinas. Si crees en la igualdad, este es tu libro. Nunca pensé que la crueldad de la humanidad me envolvería en una novela de 215 páginas. 

Isaac Ebelle, como miles de compatriotas, arriesgó su vida buscando en la emigración un futuro mejor. Tardó casi cinco años en llegar a Europa. Instalado en Bilbao desde hace quince años, la durísima experiencia vivida le impulsó a ayudar a  quienes, como él, tomaron este camino. Fundó la Asociación de Inmigrantes de Camerún en Bizkaia y en la actualidad preside la  Federación de Asociaciones de Inmigrantes de Bizkaia. Es también un reputado cantante de makossa, la música popular de su país.

Pascual Perea es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco y ha desarrollado una trayectoria periodística en el diario El Correo. Destacó en el género de reportaje, recibiendo premios como el Café Iruña en su primera edición o el del Gobierno vasco, entre otros. En 2020 decidió abandonar el periodismo para iniciar una nueva etapa como escritor. ‘Una luz en el desierto’ es su segunda obra.

https://africamundi.es/2022/02/13/una-luz-en-el-desierto/

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