Ricardo Menéndez Salmón/LA NUEVA ESPAÑA
Los diecinueve relatos que conforman "Sangre de topo" (si bien el último de ellos, "Te salvaré", admite sin reservas ser calificado como una nouvelle), de la escritora búlgara Zdravka Evtímova, dibujan un mundo de fenomenales presencias humanas, de singulares paisajes ideológicos y de una excepcional inteligencia narrativa. Textos fronterizos entre el realismo más crudo y una imaginación desbordante, que tiñe de onirismo y de providencia lo cotidiano, los relatos de Evtímova son lecciones de sagacidad por su manejo de lo emocional, pues jamás caen en el sentimentalismo ni en el cliché, y conceden un lugar de privilegio no sólo a una escritura atenta a la belleza de sus imágenes ("Agosto le echó un enorme ovillo de calor sobre los hombros"), sino a dar testimonio de la potencia del lenguaje como creador de sentido ("El heno desprendía su aroma: eran las palabras con las que la hierba, viva hasta hacía poco, se despedía del verano").
Guarda esta colección de relatos un evidente aire de familia con esa gran literatura del oriente de Europa (Andrzej Stasiuk, László Krasznahorkai, Gueorgui Gospodínov, Mircea Cartarescu o Liudmila Ulítskaya, por mencionar sólo a autores vivos) que, en los últimos decenios, y por fortuna para el lector español, tan contaminado durante décadas por un anglocentrismo literario colindante con la ceguera, ha propiciado el despliegue de un mapa ficcional de una fecundidad irrebatible, una ampliación del campo de la experiencia literaria tanto más intensa en la medida en que la audacia de sus propuestas atiende no sólo al contenido, sino muy a menudo a la forma que las narraciones adoptan. También aquí, en los relatos de "Sangre de topo", se advierte en consecuencia el latido de esa Europa diversa y distinta, tantas veces ignorada a este lado de los Balcanes, en la que el campo todavía domina sobre la ciudad, en la que la globalización convive con usos, con conductas y con costumbres arcaicas, teñidas de nostalgia por un mundo en trance de desaparecer, y en la que comunidades desatendidas por la literatura occidental (el universo romaní, fundamentalmente, tan presente en la escritura de Evtímova como en la obra de los mencionados Stasiuk y Gospodínov) despliegan el encanto de sus formas de vida.
"Sangre de topo" es un volumen de notable coherencia, en el que ningún texto parece oportunista o de relleno, y dentro del cual brillan con singular fuerza un puñado de relatos conmovedores, de una eficacia y de una solvencia narrativas ejemplares. Sin ánimo de agotar la excelencia del conjunto, me atrevo a citar cuatro: la mencionada nouvelle que cierra el libro, "Te salvaré", que conforma un curiosísimo tapiz en torno a la historia de tres hermanas, y los más breves relatos titulados "Tiempo de siega", "Jaula de pájaros" y "Castaños", tres bellísimos textos construidos en torno al lugar común del amor, y que en manos de Evtímova se convierten en otras tantas manifestaciones de una escritura felizmente colonizada por ese esquivo talento capaz de convertir lo cotidiano en una provincia del asombro.
Publicado originalmente en: Provincia del asombro
