“Nací cuando el siglo veinte dibujaba sus últimas décadas, a finales del verano, en esa época en que el sol sofoca las conciencias y aviva el resto de los fuegos, el mismo día, casi a la misma hora y el mismo mes, en que mi padre, un año más tarde y por tenebrosa coincidencia, se diera un tajo en la garganta llenando la habitación de sangre y baba pegajosa”.
La primera línea de esta novela no fue otra cosa que la declaración de una obviedad acerca de mi fecha de nacimiento, si bien más tarde, hacia el final de la historia, la alteré ligeramente por un intento de circularidad. Las siguientes, que forman el párrafo anterior, surgieron solas, de forma automática, como si hubieran estado esperando a que alguien les diera el pie para entrar en escena. El resto ya fue obra del personaje, que se independizó muy pronto, una vez manifestado, y decidió hacer un apunte de su propia biografía.
Rafael Alonso Solís
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La iniciación a la vida adulta mediante la conciencia de la muerte, la del padre, la propia. La de los seres que nos rodean. Muerte violenta, infligida por uno mismo a sí mismo, como la del padre, o por uno mismo a otros, moscas y hormigas primero, lagartos, ranas, ratones, pollos o conejos después, gatos, perros, cerdos y caballos, más adelante. Una experiencia ontológica de la vida gradual y acumulativa para desentrañar el sentido de la muerte. El yo que en esta novela susurra dentro de nuestras mentes es arquetipo del ser humano postmoderno, solo y uno, aparte, “como un trozo de hielo en un vaso de agua”, que ha sustituido la angustia sartriana ante la existencia por la certeza de que “si la vida era eso”, lo mejor era “dejarla fluir con placidez”. Ese yo rememorador de un pasado que impone su ser presente alterna en este relato deliciosamente irónico con un él asesino que ejerce su trabajo con profesionalidad y arte. Hasta que un día, durante un anodino viaje a un lugar indistinguible para ejecutar un encargo más, un presentimiento le dice que esta vez tendrá que “morir matando”. El virtuosismo narrativo de Rafael Alonso Solís nos conduce por los meandros de la mente humana con un suspense y un humor negro que nos hacen devorar estas páginas con fruición… y entender mejor nuestras vidas, a falta de poder darles un sentido.
Lydia Vázquez
NARRATIVA. Novela
- ISBN-10(13)
- 978-84-16794-34-8
- Fecha de publicación
- 2016
- Número de páginas
- 160
- Idioma
- Castellano
- Formato Digital
- ePub y mobi
(Madrid, 1947) es catedrático de Fisiología en la Universidad de La Laguna, en la que ha desempeñado los cargos de vicerrector, director del Departamento de Fisiología y director de la Cátedra Cultural Pedro García Cabrera.
En la actualidad dirige el Instituto Universitario de Tecnologías Biomédicas de esta universidad. Trabajó como investigador en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y ha sido presidente de la Sociedad Española de Ciencias Fisiológicas, fundador y primer editor de la revista Fisiología, y vocal de las juntas directivas de la Sociedad Española de Endocrinología y de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia y la Tecnología en España. Ha sido columnista de la Gaceta de Canarias y Diario de Avisos durante varios años, y ha publicado artículos de opinión y reportajes en Claves de Razón Práctica, El Día, El País, Mundo Obrero y Triunfo. En la actualidad publica una columna semanal en La Opinión de Tenerife. Ha recibido el Premio de Relatos del diario La Tarde con Algunas consideraciones en torno a Zaj (1974), el Premio Ciudad de Santa Cruz con el libro Milton Perkins (y otras historias similares) (1984), y el Premio Julio Cortázar de Relato Breve con Noches de Yugoslavia (2000), además de participar en varias antologías colectivas. EL CANTO DE LA RAPOSA (Tenerife, 2016) es su primera novela.