Solo la noche.  John Williams
El problema de escribir una novela brillantes es que se come todo lo demás que publique ese autor. Sobre todo si se trata de un hombre que ve llegar un éxito tardío. Eso sucede con Stoner, más famoso que su creador, John Williams. Hoy traigo a mi estantería personal, Solo la noche.
     Coocemos a Arthur Maxley, exuniversitario y vividor. Un hombre que va y viene gastando dinero y aparentemente sin demasiado control que pronto adivinamos está reprimiendo algún tipo de experiencia traumática que se le ha quedado adherida como una segunda piel. el lector seguirá a este joven durante 24 horas
     Si Stoner fue un éxito apabullante fue gracias a un redescubrimiento por casualidad. Los lectores se movieron en masa a descubrir a su creador mostrando un entusiasmo que no llegó a trasladarse a ninguno de los otros títulos. Ahora se publica su primera novela, una obra que escribió con poco más de veinte años y de la que muchos se han apresurado a señalar puntos de genialidad sin tener en cuenta que se trata de la primera y que el lector puede no ser justo con este punto, sobre todo si llega espoleado. Hay que tener además en cuenta el momento en el que fue escrita y que fue durante la IIGM en un momento en el que el autor se recuperaba de un accidente que acabó con la vida de muchos de los tripulantes de su avión. Es evidente que no tiene nada que ver este trauma con el del protagonista de su novela tanto como que ambos, protagonista y autor, compartirán un fijo común en la personalidad.
     La novela es inmadura, a ratos incluso pesada y el protagonista, insufrible. Esto último se lo perdono porque a mi me gustan las personas, incluso escritas, que no me dejan indiferente. En cuanto al resto el autor hace bailar a su caprichoso protagonista entre una maraña de recuerdos fugaces con alguna imagen potentemente onírica hasta llegar a un final a secreto descubierto que no ha terminado de convencerme. 
Siendo esta una apreciación imparcial y única podría hacer otra ahora desde el punto de vista del lector de Williams enamorado tanto de Stoner como de Butcher's Crossing. si usted pertenece a este segundo grupo encontrará en Arthur la represión, el break entre la vida interior y la exterior y alguna escena que se sucede a modo de descubrimiento que hace crecer al protagonista, en otro caso bastante gris. Descubrirá los comienzos buscando en sus letras rasgos definidos e identificables en el tono, esa sutil apatía revestida de calidad literaria que marca a sus narradores junto con la sensación de que quien ha escrito el libro tenía el control absoluto de sus personajes y que, aún así, se percibe una parte de él en cada uno.
     Solo la noche me ha gustado, pero, sobre todo, ha satisfecho una curiosidad.

Solo la noche. John Williams | Entre montones de libros

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