Sobre la narrativa de César Martín Ortiz, en Momentos

EL BAILE DEL SOL / No es fácil hablar de un escritor del que no se sabe mucho. El salmantino César Martín Ortiz falleció en 2010, joven, a los 52 años, en Jaraíz de la Vera (Cáceres), donde ejercía como profesor de instituto. Lector empedernido, escribió y publicó en vida algunos libros de poesía y de relatos, pero sus tres novelas terminadas solo han podido publicarse póstumamente (otras quedaron sin concluir). Aviso que, de momento, solo he leído una de ellas, Necrosfera, pero es tal la sorpresa por lo que ahí se encuentra escrito que el interés por sus otros dos grandes textos ha provocado que ya estén esperando encima de la mesilla su turno de lectura. La editorial Baile del Sol ha podido recuperar estas tres obras (además de un libro de relatos, Cien centavos), para reivindicar la figura de un gran escritor, prácticamente desconocido.


Necrosfera (ed. 2018), magistral en su escritura, contiene nada menos que toda la historia de la humanidad... y mucho más. Con distintas voces narrativas, César Martín Ortiz nos lleva de un mundo paralelo al nuestro, de Madre a la Tierra, para narrar la deriva absurda del progreso en las civilizaciones humanas, con reflexiones intensas y nada complacientes con el lector. Del pasado al futuro y viceversa como en un yoyó que sube y baja dando a conocer los hábitos de los humanos y de las Personas para poner en cuestión un sistema cuasi-eterno regido por la propiedad, la ostentación, el mercado, el miedo y el descontento, lo que, a lo largo de la historia solo ha servido para sembrar descontento, muerte y destrucción.

Su segunda novela, De corazones y cerebros (ed. 2019) nos acerca a la figura de Manuel Medina, un profesor de dibujo que se recluye en una tiendecita de un pequeño pueblo para lamerse las heridas de su doble fracaso, uno amoroso con una extraña mujer, Casandra, curandera con destrezas psicológicas, y el otro provocado por su afán pedagógico en un colegio utópico, republicano, en el que aprendan personas libres y que se configure como una tirita, un emplasto, una cura de los males de la humanidad.

Argumentos nada sencillos, muy ambiciosos y lúcidos, con reflexiones y observaciones que abarcan al conjunto de los humanos, que tiene su colofón en la tercera novela, A sus negras entrañas (ed. 2021), una descripción en clave de ficción de los retorcidos métodos del poder y de la impune corrupción económica, ligüística y audiovisual con que establece, mantiene o distorsiona el orden social.

Como hizo en Necrosfera, Martín Ortiz utiliza procedimientos narrativos de la ciencia-ficción o de la fantasía para combatir dialécticamente al por venir (si no está ya con nosotros) Gran Hermano que todo lo controla, todo lo vigila y todo lo organiza. O a la corrupción social y política de conceptos como “libertad”, apelando a la fibra moral del ciudadano y a una manipulación maniquea de la conducta de los ciudadanos.


Argumentos que pueden parecer muy actuales y cercanos a nuestras vidas reales, sobre los que César Martín Ortiz escribió sin concesiones intelectuales ni propósito editorial alguno. Hoy, gracias a esta recuperación, podemos disfrutar y hacer nuestros sus reflexivos (y entretenidos) textos.

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