Ignacio Gaspar: «La lectura es un viaje, un riesgo, una aventura, una invención, otro mundo»

Gabriela Vicent

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 2 de julio 2023, 01:00 

Cada cuento que integra 'Salón de África' (Baile del sol, 2023) representa una época del narrador, la evolución de su imaginario, la asunción de las lecturas hechas propias desde cualquier influencia. La escritura de Ignacio Gaspar se asemeja a una caja de Pandora que encierra múltiples lecturas que encajan siempre, como un mecano, con las peculiaridades de la idiosincrasia isleña. En 'Salón de África' se establece un recorrido por la producción narrativa de este autor tinerfeño que asegura que no escribe anécdotas, «escribo sobre ambientes, sobre atmósferas». La que se respira en sus relatos se revelará en la presentación de su nueva obra el martes, día 4 de julio, a las 19.30 horas, en la Casa de Colón, con entrada libre, hasta completar aforo.

«La atmósfera que se respira en 'Salón de África' es la misma desde el principio al final», explica el autor tinerfeño, que irrumpió hace 30 años en la narrativa canaria con una voz muy peculiar y personalísima. «Yo creo que es la recreación de una literatura completamente personal en un español también muy original que tiene necesidad de expandirse. Un ejemplo es lo que está aconteciendo a títulos de autores jóvenes como 'Panza de burro', de Andrea Abreu», compara el narrador.

Los relatos de 'Salón de África' bucean en el simbolismo de los rincones más profundos del alma de sus personajes. El autor trata de describir la esencia de cada uno. Así, 'Noche de hambre' encarna a su juicio «la simplicidad más absoluta del realismo cruel de la realidad, con alguna muestra de imposibilidad que lo traslada a otro espacio de comprensión singular».

'Presuroso coleccionista de ranas' «transmite la visión en primera persona de un niño que tiene el miedo impuesto o aprendido y quiere liberarlo siendo capaz de coger ranas y traerlas al tanque de beber de la casa, para tenerlas cerca, y para vengarse de la inoculación del miedo», resume el contador de historias.

Otros cuentos como 'Museo de agua' tienen una relación contradictoria con su autor. «Es el cuento que más trabajo me ha exigido y todavía, después de darlo por aceptable para la lectura pública, no estoy convencido de que haya conseguido el objetivo que pretendía», reconoce Gaspar. «La creación plantea esta clase de situaciones perplejas, y que hay que resolver a pelo. Es la historia de un viajero, canalero, carbonero, que atraviesa el llano de Ucanca, por el pie del Teide, y una tormenta de nieve imprevista y traicionera lo embosca y lo hiela por medio camino, sin que tenga posibilidad de alcanzar un refugio seguro que estaba a su alcance».

Distintas lecturas

Este texto, al igual que el resto de cuentos, propone múltiples lecturas. 'La mujer y el pájaro', 'Se acabaron las noticias', 'El fuego en la boca de la cueva', o 'Dama de Jama' exploran distintos temas y atmósferas, siempre desde una perspectiva femenina. «El hilo narrativo fluye solo, pero la persistencia del control físico y humano de los territorios en los que la mujer gestiona queda en la memoria del lector».

Por último, 'Dame la mano, Fetasa', que fue publicado ya con otro título, «puede ser la declaración ante un tiempo que ya se fue, de un miedo que persiste, tanto personal como general, hasta que el personaje resuelve con una visión extraordinaria de la literatura, de Fetasa», resume el autor.

De nuevo realiza una incursión en la prosa, aunque también es un reconocido poeta. Cuando se le obliga a elegir entre poesía y prosa, el autor no tiene dudas. «Indudablemente me encuentro mucho más cómodo en la narrativa, creo que soy un narrador de vocación, aunque soy lector de poesía, porque la poesía me entrega la concentración de los versos hechos, construidos en la memoria de años, que suponen estímulos de escritura para textos intensos, que, de otra forma, habría que trabajar pausadamente hasta conseguir la belleza que el poeta concentra con simpleza en una sola mirada», reflexiona Gaspar líricamente.

Comenzó a publicar sus primeros cuentos en 1975. El paso del tiempo ha ido acompasado de su forma de contar, de forma paralela a su forma de leer. «Mi forma de escribir desde la primera publicación, la ha ido cambiando la lectura», continúa. «La lectura es un viaje, un riesgo, una aventura, una invención, otro mundo. Los temas quizá sigan siendo los mismos. Hasta hace poco, siempre volvía a los originales, a la reserva de la memoria escrita, lo que dejaba sin desarrollar ideas incombustibles».

El simbolismo

El componente simbólico también es su constante en la obra de Ignacio Gaspar, de las más personales y diferentes en la literatura canaria de las últimas décadas. «El simbolismo es una de las bases de este 'verilismo', por muchas razones. Desde el primer momento, he pretendido que esta creación sea respetada, es decir, leída con la importancia y el respeto que se debe leer, que no sea sólo la parte cómica de una irrealidad, aunque habría que hablar más largamente sobre este extremo», propone.

La evolución y creación artística continúa, 30 años después. «En estos momentos estoy trabajando en una novela con título original que no puede desvelar hasta que no la termine, por lo menos un manuscrito legible, que altera mi trayectoria anterior y que se incorpora al mundo urbano, organizado, de 1975. También creo que es una genuina representación del 'verilismo' creativo y amable», concluye.

https://www.canarias7.es/cultura/libros/ignacio-gaspar-lectura-viaje-riesgo-aventura-invencion-20230702172448-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

Libros relacionados

Producto agregado a la lista de deseos