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En la voz del Conde de Balvidares
Ilustraciones de Emilio González Sáinz
VOCES
Salí a buscar mi voz y regresé con cuatro, a cada cual más diferente. Formé un coro, pero, hechas a su albedrío, en cada poema confluyeron con distinta fuer- za y fortuna, lo que propició, por la luz y color que toda voz posee, azarosas gradaciones. Así hablan de sí mismas las voces:
Primera voz - Cada poema es un personaje, el apeadero donde su testimonio busca los cimientos. Así, unos son la guirnalda de una lesión; otros, la peladura de un deseo que aún rezuma. También los hay que son una piedra blanquecina, alargada y porosa, y podrían interpretar tanto el papel de la cicatriz como el del alcázar, dependiendo de si, finalmente, se inclinan más por la carta que nunca llegó o por la obra que cada uno se representa dentro.
Segunda voz - Auscultando absolutos se quedan contemplando el cielo; se ahogan enfáticamente en océanos de significados, ideales, esencias, conceptos. Oscuros acertijos que corren hacia horizontes, contra gigantes, por esperanzas. Están atravesados por la épica de aprendices de quijote, trovadores sin aliento, cuando lo que anhelan es ser recorridos al trantrán por la llaneza de juglares sanchopanzas. Si apareciese tan sólo el rucio, también seré yo; daos una vuelta.
Tercera voz - A mi vecina se le ha escapado una gallina y me pide ayuda para atraparla. Se trata de una gallina vieja, sin apenas plumas, sucias las que conserva. ¡Quién sabe el tiempo que no pone huevos! Se asusta, persigue algo invisible, huye de sí misma dando vueltas sin sentido; finalmente, logramos guiarla para que, ella sola, se encamine al huerto. A mí se me han escapado estos versos, ayudadme a que prosigan su camino.
Cuarta voz – “Echar a andar alrededor del mundo es una ganga. ¡Avante! ¡A toda máquina! Tesoros, rubís, diamantes; jaspe y jade. ¡¡Largar a proa!!”. ¡Ah, del barco!, ¡hombre al agua!
- ISBN-10(13)
- 978-84-10001-10-4
- Fecha de publicación
- 2025
- Número de páginas
- 74
- Idioma
- Castellano
Conde de Balvidares